Irracionalidad económica


Llevo mucho tiempo sin publicar nada, lo se y lo siento mucho, porque me gusta escribir, pero el trabajo puede acaparar tanto tiempo, junto a otras tareas que terminas los días tan agotado que no te da tiempo de nada más. En cualquier caso aquí les dejo un vídeo que aún siendo cómico, en realidad no lo es.

Hace tiempo que discuto con la gente acerca de las irracionalidades de nuestro sistema económico y de las incongruencias del mismo, y he aquí un excelente ejemplo de ello:

Vía | Rinzewind

En tiempos de crisis la gente se replantea el marxismo


Karl Marx

Con la crisis llegaron la preocupación y las dudas, dudas que incluso llevan a cuestionar el sistema económico, reflexión que por cierto se había quedado un tanto olvidada.

Ahora la gente parece que vuelve a interesarse por la obra de Karl Marx, ya que El Capital, «la obra esencial del filósofo alemán volvió a ser éxito de ventas en su país natal: en medio de la crisis financiera, en las tres primeras semanas de octubre, se vendieron 417 ejemplares, prácticamente la misma cantidad de ventas que se hicieron durante todo el 2005, cuando se comercializaron 500 ejemplares«.

En octubre de 2008 las ventas totales ascendieron a 2.400 ejemplares de El Capital. Según el editor, Schütrumpf: «Si Marx se vende bien, es que la sociedad va mal«.

Como parece evidente no toda la sociedad alemana está redescubriendo la obra de Marx, Schütrumpf señaló que los más interesados y los principales compradores de la obra del filósofo alemán son sobre todo los jóvenes estudiantes de 20 a 25 años.

Sin embargo me llama la atención que ahora, de repente, no es que todo el mundo haya ido a una librería a hacerse con una copia de El Capital, pero si que ha resurgido cierto interés por la obra del sociólogo alemán. Quizá sea verdad que estamos asistiendo a una muerte lenta del capitalismo, aunque conociéndolo diría que de muchas peores también ha salido, por lo que tampoco esta crisis y algunas de las críticas necesariamente deben hacernos pensar que algo nuevo se está fraguando.

Home, nuestro hogar y el peligro que supone la crisis para éste


Yo siempre he pensado que las personas que crean algo lo hacen en gran medida para mostrarlo al mundo. Es cierto que hay ciertas cosas que conservamos para nosotros, pero en general, cuando creas algo deseas compartirlo con el mundo. A veces incluso creamos cosas para emitir un mensaje, con lo cual el deseo de difundirlo se acrecienta. Hoy día, internet nos brinda una forma excelente de hacer precisamente eso: compartir.

Yann Arthus-Bertrand ha hecho precisamente esto, crear un documental que pretende ser una oda a la belleza del planeta y a su delicada armonía. Pero además con «Home» ha querido difundir un mensaje, ha querido revelar algunas de sus inquietudes, que por cierto nos afectan a todos y por ello deberían ser inquietudes compartidas por todos. Por esta razón ha decidido que lo importante es que el documental se difunda, y ha escogido hacerlo por muchas vías, y una de ellas ha sido poner la película a disposición de todo el que quiera recorrer este fascinante pequeño punto azul, en internet.

«Home» recorre los paisajes de 54 países capturados desde el aire, para contemplar el planeta y entenderlo. Gracias a esta película podremos ver los tesoros de la Tierra que estamos destruyendo y todas las maravillas que todavía podemos conservar.

En los 200.000 años que llevamos los hombres sobre la Tierra hemos roto el equilibrio que durante casi cuatro mil millones de años de evolución se había establecido en el planeta. El precio que debemos pagar es alto, pero es demasiado tarde para ser pesimistas: la humanidad dispone apenas de diez años para invertir la tendencia, darse cuenta del grado de espolio de la riqueza de la Tierra y cambiar su modelo de consumo.

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Vuelve el Número 1


Las generaciones de ahora han sufrido una disminución drástica en cuanto a las experiencias y vivencias, esas que te marcan, dejando mella e imprimiendo carácter. Hoy en día quién más quien menos tiene unas cuantas cosas de marca y tampoco las cuida mucho, no es nada del otro mundo.

En los buenos tiempos, soñábamos con marcas pero llevábamos Crube, esos famosos tenis que dieron lugar al lema «Crube lo que nunca quise pero siempre tuve.» Esos chandals de colores tan vivos que hoy día nos dañarían la vista, cholas de goma, de esas unitira, con algún dibujo de ratones que imitaban malamente a Mickey Mouse y que mirábamos con recelo pues, a pesar del esfuerzo de nuestros padres por convencernos, nosotros no terminábamos de creernos que aquella era una nueva forma de pintar a nuestro ratón preferido.

Esas colonias horribles que olían todas igual a pesar de venderse en frascos que intentaban simular diversidad. Las camisetas que iban perdiendo color paulatinamente, «con cada lavado un poco más decolorado». Eso si que eran épocas.

Hoy tenemos la mano muy suelta para tirar las cosas y considerarlas viejas, hasta nos da vergüenza que nos vean con algo puesto que ya denote el desgaste del uso… Antes eso era normal, se usaban los Crube hasta que se gastaba tanto la suela que aparecían como unos compartimentos cuadrados bajo la primera capa de goma. Las suelas eran como las puertas malas, que son de contrachapado y tienen en medio cartón doblado en forma de zig-zag, pues casi igual pero con recuadros. ¿Cuántas piedras se nos colaron en esos agujeros y hacían un ruido espantoso al caminar?

Si ya no lo recuerdan cojan fotos, mírense, ya verán esas camisetas tan decoloradas que ni los dibujos se apreciaban, esos parches en todas partes. Un pantalón agujereado no era desechado, con un parche y todo arreglado, y si se agujereaba el parche se lo ponía un parche al parche y asunto resuelto.

Ahora que la juventud parecía liberada de la vivencia de que tu madre te llevase al Número 1, va y vuelve. Con la crisis regresa el Número 1, en el intento de tener el mismo éxito que en los años 70, tiempos de crisis también en los que surgió ese gran legado para nuestra memoria, y protagonista de tantas historias.

Aunque el Número 1 no volverá a ser como lo conocimos, porque ahora, al menos por lo que muestran en la publicidad quieren ser más chic y modernos, pero yo creo que con un poco de suerte y dándole algo de tiempo quizá resuciten incluso los Crube. Pivitos, recen para que la crisis pase pronto porque si no se acabaron los Nike, Adidas, Puma y Reebok, porque volverá Crube y experimentarán de primera mano el porqué del dicho mencionado un poco más arriba.

Las cifras del FMI para la Gran Recesión


tablarecesion

Me pareció muy interesante la tabla que se publicó en El País con las cifras del FMI para la Gran Recesión. Tampoco hace falta decir mucho de ellos, hablan por si mismos en realidad. Cabría señalar tan solo que el futuro más próximo se presenta muy oscuro.

La tasa de paro de España es la peor de todos los países de los que se muestran datos en esta tabla, la cifra alcanza un 19,3 por ciento en 2010, aunque por lo que parece ya hay quienes incluso auguran cifras que superan el 20 por ciento. Las consecuencias de una tasa de paro tan elevada pueden ser devastadores.

Recuerdo a aquellos que este último fin de año directamente felicitaban el 2010, con el deseo de que el 2009 pasase pronto. Viendo estos datos probablemente fueron incluso demasiado optimistas, quizá debieron felicitar el 2011 como pronto.

Con este sistema económico siempre estamos jodidos


Estaba leyendo el post más reciente de En Silicio, un blog muy recomendable por cierto, así como unos artículos del colega Rinze, cuando me puse a pensar en mis cosas y en nuestro sistema económico y en cómo, pase lo que pase, parece que siempre nos perjudica. Trataré de explicar lo que quiero decir.

Si, desde el punto de vista de la economía, las cosas van bien, es decir los beneficios crecen, nosotros, los ciudadanos, estamos como siempre: apurados por llegar a fin de mes, porque las cosas cada vez son más caras, porque hay muchas cosas por pagar, porque las empresas que siempre tratan de sacar aún mayor rendimiento de su empresa están pensando en reducir plantilla y sustituir a unas cuantas decenas de trabajadores por una estupenda máquina, la vivienda cada vez es más cara… En definitiva, antes de la crisis, cuando todo iba hacia arriba, a nosotros no nos beneficiaba precisamente, ahí está la tendencia más clara en la vivienda, que no hay quien la pague. Claro para el que construye y vende casas estupendo porque el beneficio crece y crece, o para el que ya la compró hace años por menos dinero y ha visto incrementado su valor, pero para los que no tenemos casa, estamos ahí con el sudor frío en la nuca pensando que jamás en la vida podremos terminar de pagar ese engendro de cemento. Yo diría, que cuando la economía va bien, va bien para unos pocos, porque la mayoría estamos, como de costumbre, haciendo malabares para llegar a fin de mes.

Ahora, que estamos en crisis, y los precios bajan, nos alejamos de la inflación para situarnos en una deflación y nos metemos de lleno en una recesión, algo que en principio al consumidor le podría venir bien, porque precios más bajos debería significar un alivio para nosotros, podremos por fin llegar a los últimos días del mes con menos problemas, posiblemente con algo de suerte podremos comprarnos una casa… Pues no, tampoco es bueno, se congelan sueldos, se despide aún a más gente, cierran empresas, con la consiguiente pérdida de empleo por parte de sus trabajadores, etc. Y aunque ahora muchas tiendas y establecimientos estén lanzando rebajas y ofertas de lo más variopintas e incluso algunas bastante atractivas, tampoco lo podemos disfrutar porque estamos acojonados, no queremos gastar ni un céntimo de más, porque qué sabemos nosotros lo que va a pasar mañana, ¿y si nos despiden también a nosotros? Si es que no lo han hecho ya.

Entonces es curioso como, pase lo que pase, los ciudadanos en este sistema siempre estamos jodidos. Al menos esta es la impresión que me da a mi. Estoy abierto al debate.

Una alternativa al elevado gasto público para salvar los bancos


Después de leer las ingentes cantidades de dinero que están metiendo los gobiernos europeos en los bolsillos de los bancos, para rescatarlos de la crisis, en la que por otra parte y en gran medida nos metieron ellos, me da bastante rabia. Me da rabia porque estoy seguro de que habría otras alternativas, para gastar todo ese dinero en algo mucho más favorable para la sociedad.

Por ejemplo, ya que uno de los problemas son los créditos, por qué no prescindir de los bancos y que sea el propio Gobierno el que de los créditos, a un interés bajo, e incluso haciendo uso del sistema de microcréditos que tan buenos resultados ha dado en países como la India. He visto que se está haciendo algo, que creo que va por esa vía, un poco, lo de los créditos ICO, aunque no estoy muy puesto en el tema, si no me equivoco, estos en última instancia también se gestionan a través del banco. Si te conceden un préstamo ICO, deberás ir con los papeles que te den, supongo, al banco que quieras, y a través del mismo se harán las gestiones. Yo creo que sería mucho más fácil, quitar de en medio a los bancos.

Ciertamente esta idea es una reflexión muy rápida, sin mayores análisis detrás, y por lo tanto es probable que haya obviado diversas variables de una importancia singular a la hora de plantear algo así, pero tampoco pretendo resolver los problemas con cuatro palabras, simplemente quería compartir con aquellos que lo quieran leer, esta breve reflexión que me ha suscitado el artículo que he enlazado. Y si se genera algún tipo de debate en torno a esta idea, mejor que mejor.

El ABC señala cuando es parte del problema


Al periódico ABC le gusta señalar culpables en sus portadas, remarcar bien grande la cifra de parados, disfruta poniéndole cara a un dato terrible, lo que habría que plantearse es si el título del periódico en este caso no debería ser tal sino parte de la portada. Es que mientras señalan con el dedo, o más bien con su portada, ellos mismos han sumado a esta lista de parados 258 trabajadores por la vía de algo que suena tan interesante como un ERE (Expediente de Regulación de Empleo), lo que en realidad es un golpe muy duro para estas personas. Nada más y nada menos que el 52% de su plantilla a la calle.

Señores del ABC, ¿eso por qué no lo cuentan? ¡Claro! Es más fácil señalar a otros, ¿no? Es la hipocresía del sensacionalismo.

Vía | Guerra y Paz

Y así surgió la crisis


http://vimeo.com/moogaloop.swf?clip_id=3261363&server=vimeo.com&show_title=1&show_byline=1&show_portrait=0&color=&fullscreen=1

Esto es un vídeo explicativo de la crisis más. Está bastante bien, yo creo que nunca está de más informarse acerca de esta cuestión porque siempre vamos conociendo algún que otro factor que desconocíamos de esta compleja crisis.

A mi hay una cuestión que me inquieta mucho. Tanto en el libro de Leopoldo Abadía que comentaba hace unos días, como en todos estos vídeos y textos muy diversos acerca de la crisis que he leído, se explica con total claridad que los bancos dieron préstamos, muchos de ellos de alto riesgo que unificaron en paquetes y vendieron a otras entidades. Hasta ahí no hay ningún problema, pero lo que a mi me gustaría saber es, ¿por qué comprar uno o un grupo de préstamos? ¿Cómo obtiene un beneficio de estos el comprador?

Voy a simplificar esto mucho y tratar de exponer por qué me cuesta comprenderlo. Yo tengo 100 euros que no necesito en este momento, y tengo un vecino al que le harían falta, yo se los presto a cambio de un intererés del 10%. Eso significa que después de un tiempo estipulado yo tendría 110 euros. Pero hay un banco u otro tipo de entidad que se interesa en mi préstamo y me lo quiere comprar. Evidentemente querré como mínimo recuperar mi dinero, además de los intereses, incluso si puedo, querré sacar algo más, por intentar que no falte. El banco accede y me compra el préstamo. Evidentemente el banco querrá a su vez, recuperar el préstamo, más los intereses, más el dinero adicional que quizá me pagó. Pero mi vecino, no va a pagar más dinero para hacerle un favor al banco y que este no pierda dinero. ¿Cómo hace el banco para amortizar el gasto que realizó al comprarme el préstamo? ¿Le sube los intereses a mi vecino? ¿Cómo lo justifica?

Claro que este banco a su vez puede volver a vender el préstamo, con lo que se libra del problema, porque trataría de vender el préstamo de forma que recupere el dinero invertido más una plusvalía que sería el beneficio. Pero alguien en algún momento será el encargado de quedarse con el préstamo y de alguna forma sacar de este un provecho que haga que haya valido la pena comprarlo, porque ya sabemos que a la gente no le gusta perder dinero.

La única forma que así, a bote pronto se me ocurre, es subir los intereses, pero esto supone un problema ya que no se pueden subir los tipos de interés cada vez que otro banco compre el préstamo, porque a mi vecino le va a importar bien poco quién compre el préstamo, el firmó un acuerdo de devolver los 100 euros más otro 10 euros como interés, nada más. Entonces creo que esta opción queda descartada, por lo que sigo con la duda de cómo amortiza el banco la compra del préstamo.

Si alguien me pudiera explicar esto se lo agradecería mucho.

Vía | Alt1040

Las crisis NINJA y otros misterios de la economía actual


Soy una persona que lee mucho y que siempre se está informando de todo tipo de cosas, pero es verdad que sobre todo leo mucho por internet, en cuanto a libros, la verdad que llevaba un tiempo con el asunto aparcado. Por motivos diversos, tanto por el coste de los libros y siendo un desempleado con trabajos esporádicos no me puedo permitir salirme mucho del presupuesto; como por una cierta desgana, ya que desanima un poco cuando sales de la carrera y el conseguir un trabajo parece algo casi imposible.

Pero mi novia y yo nos proposumos volver a leer con más frecuencia (la idea inicialmente fue de ella, a mi me gustó mucho y me subí al carro) y para empezar nos compramos unos libros que al finalizar su lectura nos intercambiaremos, de esta forma hacemos un dos por uno que nos viene muy bien, porque cultivamos la mente y no nos vaciamos tanto los bolsillos, es ideal. Así además recuperamos el ritmo de la carrera, durante la cual leíamos muchísimo, no todo por placer, y eso es lo bueno ahora, que leeremos todo con placer.

Yo me compré el libro de Leopoldo Abadía, «La crisis NINJA y otros misterios de la economía actual«. Después de leer su explicación de la crisis en internet y haberle visto en el programa de Buenafuente, me parecía una buena compra, porque cuanto menos sería interesante y entendería mejor como se generó toda esta situación de la crisis financiera que tanta repercusión está teniendo tanto en la vida de las personas como en los medios.

No he terminado de leer el libro, aún no he llegado ni siquiera a la mitad, porque con el trabajo en las últimas semanas no he tenido mucho tiempo para hacer nada más aparte de hacer encuestas, contabilizarlas, volver a contar y caer rendido en la cama, pero ahí voy, y por ahora diría que Leopoldo Abadía explica de forma muy sencilla algo que generalmente se nos muestra como inaccesible. Debo decir que a diferencia del autor, yo soy bastante más mal pensado, y pienso que el mundo de la economía se guarda mucho y muy bien de ser comprensible a las masas precisamente para poder operar a nuestras espaldas, en la sombra, embaucarnos, engañarnos y jugar con nosotros o mejor dicho con nuestro dinero como le viene en gana.

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