El abandono de la investigación y su privatización


Investigación

Desde hace años quienes se dedican a la investigación se ven obligados a convertirse en auténticos mendigos con bata, tratando de rascar unos céntimos de cualquiera que esté dispuesto a tener un pequeño gesto altruista. Y mientras el Gobierno recorta presupuestos y hunde aún más en la indigencia a quienes tratan de aportar nuevos descubrimientos a la ciencia y a la tecnología, el sector privado se frota las manos porque encuentra la fabulosa oportunidad de comercializar los nuevos hallazgos.

Me preocupa mucho esta segunda parte de la problemática. Es evidente que la investigación puede llegar a suponer una inversión considerable, y por lo tanto las empresas que invierten en la misma querrán sacar provecho de sus resultados, y creo que tal y como está concebido nuestro sistema económico es algo legítimo. El problema radica en que los resultados obtenidos de las investigaciones se han convertido en un producto más, sujeto al juego sucio de los intereses de grandes empresas que carecen de escrúpulos por haberse convertido en un ente totalmente impersonal, donde la moral y la ética quedan relegadas a un segundo puesto y la obtención de beneficios gana la carrera.

Tenemos ejemplos en la industria farmacéutica, descubrimientos tan importantes como los que se pueden llegar a hacer en medicina, y que por extensión deberían estar, en primera instancia, al servicio de los ciudadanos, quedan expuestos ante todo a la maximización de beneficios por parte de una empresa, y en un lejano segundo lugar aparece la idea de que puedan servir como cura a las personas. Es por ello que podemos asistir a escenas tan deplorables e injustas como la que se vive en África donde las personas mueren de gran cantidad de enfermedades para las que existe cura, solamente por el hecho de que no disponen de los medios necesario para acceder a los medicamentos que requieren.

Yo abogo porque la investigación esté al servicio del interés público, y se supone, y debería subrayar lo de suponer porque en muchas ocasiones esta suposición queda totalmente invalidada, que el Gobierno vela por el interés de los ciudadanos. Por ello, en vez de recortar las inversiones públicas en materias de investigación, debería incrementarse, para evitar precisamente esta desigual accesibilidad a la ciencia y tecnología. Llegados a este punto podríamos incluso reclamar la urgencia de que la investigación y sus resultados deberían ser, en gran medida, un derecho de interés público.

Creo que las razones para defender la necesidad de que la investigación y los resultados de la misma sean de dominio público son evidentes. La privatización de la investigación genera una acentuación aún mayor de las desigualdades sociales, y también da lugar a que ciertos descubrimientos nunca vean la luz porque a pesar de que serían extremadamente positivos para la sociedad, perjudicarían al mercado de ciertas empresas, las cuales disponen de medios suficientes para hacerlos desaparecer.

Algunas ideas del iCities


Hoy fue el primer día del iCities, técnicamente debo hablar de ayer por la hora que es. Evidentemente, como suele ser habitual en las conferencias se ha dado muchísima información, y es muy difícil quedarse con todo, por eso me gustaría destacar unas pocas ideas que a mi me han parecido muy importantes. Probablemente hay que se interese más por las ideas más técnicas de este evento, pero dado que soy sociólogo y no informático, me centro más en lo que me pilla más cerca y lo que entiendo mejor.

Una idea que es muy importante y que es necesario que la mantengamos en mente, sobre todo con los recientes debates sobre el intercambio de archivos, el control de la red, las restricciones, las modificaciones de leyes, etc., es que el interés general debe estar por encima del interés particular o sectorial. Esta es una idea que he defendido desde hace mucho tiempo y por la que me da tanta rabia muchas de las políticas que se llevan a cabo, no solo en lo referente a internet, sino en general. Creo que los ciudadanos estamos cansados de que aparentemente siempre se barra para la casa de unos pocos.

Uno de los ponentes comentó que la democracia estaba perdiendo algo de fuelle. Probablemente tenga que ver con la desilusión que sentimos los ciudadanos cuando nos sentimos constantemente coartados por aquellos que supuestamente nos representan. Sin embargo, con una herramienta como internet, la cual no solo hace más fácil el acceso a la información, sino que también ha propiciado que los ciudadanos influyan los unos sobre los otros. Y esto a las élites no les guste demasiado, y hacen bien en tener un poco de miedo, porque esta nueva herramienta da la posibilidad a los ciudadanos de organizarse y de llevar a cabo acciones que pueden llegar a ser mucho más efectivas que las manifestaciones en la calle. Como se decía en una de las ponencias, si los gobiernos dan la espalda a los ciudadanos, éstos terminarán tomando el control. Es cierto que esto suene un poco utópico, pero la capacidad de gestionar acciones a un nivel mucho más global, dota de un poder mucho mayor a los ciudadanos del que podían tener hace años. Nuestro mensaje puede llegar a difundirse con mucha mayor facilidad.

Como se comentó en una de las rondas de preguntas, puede ser mucho más interesante que los ciudadanos operemos como un lobby, el cual ejerce una presión de una importancia singular sobre gobiernos, políticos, empresarios, etc. Estos son muy efectivos, pero nunca los vemos haciéndolo en la calle, congregados en una manifestación. Actuar como un lobby puede llegar a ser mucho más efectivo, e internet nos proporciona el medio idóneo para hacerlo.

También cabría que señalar algo que recientemente los gobiernos parecen tender a olvidar descaradamente en ocasiones, con cierto disimulo en otras, pero en definitiva vemos coartada nuestra libertad, nuestros derechos y nuestra capacidad de acción en muchos aspectos. No debemos olvidar que los ciudadanos tenemos derecho, y debemos no solo exigir nuestros derechos sino luchar por no perderlos. Lo triste es que tengamos que luchar contra quienes supuestamente nos representan para mantener los mismos.

Por otra parte me pareció fundamental la idea de que la Administración Pública, como pública que es debería liberar aquello que genera, información, programas, estudios, en definitiva cualquier información que no sea un secreto de estado. Es importante que así sea para que no haya solapamiento, para que no se invierta varias veces en lo mismo, en cosas que ya se han hecho, que ya existen, por las que ya se ha pagado. Primero porque la transparencia debería ser un principio básico de la Administración Pública, y por otro porque el dinero debe ser administrado de la forma más coherente y eficiente, y no es ni coherente ni eficiente pagar varias veces por lo mismo, pudiéndose usar dicho dinero para otros fines.

Estas son algunas de las ideas que me he llevado del iCities y breves reflexiones que me ha suscitado el contenido de las ponencias en este primer día. Probablemente, y dada la hora a la que escribo esto, no me haya explicado de la mejor forma, aún así espero que se entienda lo que quiero comentar.

Una alternativa al elevado gasto público para salvar los bancos


Después de leer las ingentes cantidades de dinero que están metiendo los gobiernos europeos en los bolsillos de los bancos, para rescatarlos de la crisis, en la que por otra parte y en gran medida nos metieron ellos, me da bastante rabia. Me da rabia porque estoy seguro de que habría otras alternativas, para gastar todo ese dinero en algo mucho más favorable para la sociedad.

Por ejemplo, ya que uno de los problemas son los créditos, por qué no prescindir de los bancos y que sea el propio Gobierno el que de los créditos, a un interés bajo, e incluso haciendo uso del sistema de microcréditos que tan buenos resultados ha dado en países como la India. He visto que se está haciendo algo, que creo que va por esa vía, un poco, lo de los créditos ICO, aunque no estoy muy puesto en el tema, si no me equivoco, estos en última instancia también se gestionan a través del banco. Si te conceden un préstamo ICO, deberás ir con los papeles que te den, supongo, al banco que quieras, y a través del mismo se harán las gestiones. Yo creo que sería mucho más fácil, quitar de en medio a los bancos.

Ciertamente esta idea es una reflexión muy rápida, sin mayores análisis detrás, y por lo tanto es probable que haya obviado diversas variables de una importancia singular a la hora de plantear algo así, pero tampoco pretendo resolver los problemas con cuatro palabras, simplemente quería compartir con aquellos que lo quieran leer, esta breve reflexión que me ha suscitado el artículo que he enlazado. Y si se genera algún tipo de debate en torno a esta idea, mejor que mejor.

Limitaciones absurdas en internet


Ya he comentado alguna vez lo absurdas que me parecen algunas limitaciones o restricciones que tratan de implantarse en internet. Un buen ejemplo, son las restricciones geográficas, que impiden al usuario visualizar un determinado contenido si se encuentra fuera de un país determinado. Aunque hay forma de saltarse estas restricciones, el simple hecho de que existan es absurdo, no tienen sentido en un medio como internet, un medio que derriba las fronteras.

Por si las limitaciones geográficas no fueran suficientemente absurdas, parece que algunos siempre se empeñan en ponerle la guinda al pastel, aunque en este caso estoy seguro de que alguien con empeño puede superar también esto. Lo más «innovador» (nótense las comillas, denotan ironía) es que las oficinas virtuales tengan horarios.

Las máquinas no han evolucionado ni reclaman sus derechos ante los humanos, aunque lo parezca: las oficinas virtuales de dos consejerías del Gobierno de Canarias trabajan con horario fijo e incluso una de ellas librará el próximo 1 de mayo, Día del Trabajador.

Pero no solo las oficinas virtuales de ciertos sectores dependientes del Gobierno imponen horarios en la red, también algunos bancos parecen haber hecho esto, mi madre se quedó pasmada hace unos días cuando vio en la web de su banco que sólo podía realizar unas operaciones en un horario determinado.

Esto no tiene ningún sentido, de hecho creo que es absurdo y hace que este servicio, de las oficinas virtuales, que supuestamente fueron implantadas para, en teoría, facilitar a los ciudadanos la resolución de sus trámites oficiales sin moverse de casa, contribuyendo a descongestionar las dependencias físicas de los organismos; pierden gran parte de su funcionalidad.

Es lógico que quienes tramiten las operaciones que nosotros enviamos vía internet, si no están totalmente informatizadas, tengan un horario de trabajo, y que por tanto tramitarán nuestras peticiones en cuanto estén desempeñando su trabajo, pero eso no quita que yo pueda hacer las peticiones pertinentes a la hora que mejor me convenga.

No se si esto de los horarios en las oficinas virtuales se da también en otras comunidades autónomas, espero por el bien de sus ciudadanos que no, pues que ocurra en Canarias ya me parece suficientemente lamentable.

Visto gracias a Jose Frechín