Casi a diario nos bombardean con lo inconscientes y malvados que somos por descargarnos música y películas de internet. Nos llaman sin razón, porque las descargas son legales, piratas, delincuentes y nos criminalizan constantemente. Lo curioso es que discográficas y productoras cinematográficas, después de tanto lloriquear por las esquinas y llamarnos del todo, al final, las descargas, no solo no les perjudican tanto, sino que además en muchos casos les benefician. Si es que son unos cabrones, está claro.