Copiando copias


Las risas se apagan con las luces. Solo queda un suelo pegajoso, un montón de botellas vacías y copas con hielo derretido. Un local vacío. Visto ahora parece impensable que un rato antes aquellas paredes contuviesen tanto barullo.

Los actores ya no son aquellas personas que se sitúan en el escenario, es el público el que actúa. Intérpretes de una falacia llamada vida. El actor se torna espontáneo y sincero, mientras el espectador estudia delante del espejo hasta su forma de sonreír.

Demasiados posados, poses, posturas, postureo. Vida… de photocall, convertida en show y, gracias a Facebook, en reality. Es el hedonismo llevado al extremo, pero interpretado a través de una acepción vacía del mismo. Se ha pasado de la búsqueda de la satisfacción de los deseos naturales y necesarios y los naturales e innecesarios a una sociedad obstinada únicamente con los deseos innaturales e innecesarios, aquellos sobre los que incluso Epicuro manifestó considerables inconvenientes.

El deseo incesante y descerebrado de alcanzar la popularidad es una nueva forma de esclavitud. Buenos ejemplos de ello son la moda y la cirugía estética. Con un paseo basta para descubrir que en las aceras confluyen copias de copias photoshopeadas, carentes de expresión en el rostro y con un aspecto caricaturesco, muy alejado de la belleza.

Las redes sociales se han convertido en un diario que cuenta una vida que el protagonista hace mucho que ha dejado de vivir. Cada paso debe ser documentado. Es inaceptable que no exista una prueba gráfica de haber estado en cualquier lugar y situación, por banal que sea. Se pierde así la vivencia por la preocupación de tener la foto, de poner la pose estudiada, la que convierte los álbumes en una colección que podría sustituirse por una figura de cera postrada sobre escenarios cambiantes que pueden generarse perfectamente con un croma. La vivencia sería exactamente la misma, ninguna.

Cada día parece más revolucionario tener ideas propias, decir lo que piensas sin miedo a lo que puedan pensar, a la manera en la que puedas ser juzgado por ello. Lamento que algo tan básico se haya convertido en un acto de rebeldía, cuando es precisamente lo que nos ha hecho avanzar. Por fortuna aún quedan bastantes personas dispuestas a la espontaneidad, a arriesgarse a quedar mal en una foto y a decir algo impopular si es lo que realmente piensan.

Rajoy el incomprendido en Facebook


Mariano y Aznarín

¿Qué hará Rajoy si vuelve a perder las elecciones? Lo digo porque perder unas elecciones es normal, siempre pierde alguien, pero cuando ya se pierde en dos ocasiones seguidas quizá habría que plantearse si tu persona tiene algo que ver. Es evidente que no sólo votas a una persona, sino a todo un partido, pero es que, en España al menos, los partidos, generalmente, se vinculan a una cabeza visible, a una persona con la que asocias las propuestas e ideas del partido. Es cierto que en este país los votantes de uno y otro partido mayoritario, al menos los más fieles se mantienen y votan a dicho partido prácticamente de forma incondicional, pero existe también un amplio número de votantes que está de alguna forma colgado, no claramente definido y que votará a unos u otros dependiendo de muchos factores.

Creo que en general la cúpula del PP está en un punto en el que en un amplio sector de la población genera antipatía. El trío de los horribles: Zaplana, Acebes y Rajoy no caen bien, son arrogantes, mentirosos, rastreros, falsos, casposos… Y el presidente de honor, o como quieran llamarlo, Aznar, cabría decir exactamente lo mismo, aunque probablemente en él se manifiesten todos estos calificativos en su grado máximo. Es evidente que tienen sus seguidores, que no son pocos, pero esos son seguramente esos votantes incondicionales, a los que ya tienen ganados, pero a aquellos que no lo son, aquellos a los que hay que convencer, me parece a mi que a ellos no les simpatizan demasiado.

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Buscando antiguos compañeros en internet


Un día me entró la curiosidad de saber que es de la vida de la gente con la que estudié en el colegio y en el instituto. La forma más rápida y habitual me parecía buscarlos en internet, y en la inmensidad de internet me fui a Facebook, porque había he leído recientemente acerca del auge de este sistema y cómo en Inglaterra, por ejemplo, los universitarios son habituales de este servicio. Mi sorpresa fue que prácticamente no encontré a nadie, de seguramente un centenar de personas encontré tan sólo a cinco.

Esto me lleva a plantearme que la mayor parte de mi entorno no es demasiado asiduo a las nuevas tecnologías y que en un medio como internet no se manejan con demasiada frecuencia, lo que por otra parte me extraña, porque a pesar de todo, aparte de los cinco citados que tienen cuenta en Facebook, si hay algunos más que tienen una cuenta en el Messenger, pero tampoco parece que lo usen con mucha frecuencia (he de decir que yo tampoco). Y digo que me extraña porque viviendo en un mundo en el que el uso de internet está cada vez más extendido me extraña que precisamente me toquen a mi todos los que no lo usan mucho.

Pero parece que la razón de que no encuentre a mis compañeros en internet se debe, primero a que la mayoría no hace demasiado uso de internet, y el tiempo que dedican a esta herramienta lo emplean principalmente en leer el correo, usar el Messenger, ver vídeos en YouTube y quizá descargar algo del eMule, pero básicamente en esto ocupan el tiempo en la red.Esto nos lleva al desconocimiento, desconocen, debido al uso limitado de lo que la red ofrece, de otros servicios y sistemas disponibles y por lo tanto webs como Facebook no tienen mayor éxito, al menos por ahora. Quizá también el que muchas de estas webs estén en su mayoría en inglés genere dificultades para algunos de los pocos que podrían mostrar cierto interés.

Pero aún así me sigue sorprendiendo, porque tras leer que las webs sociales son lo más buscado en 2007 en Google España, es raro que mis compañeros no aparezcan por ninguna parte. Volvemos a lo mismo, o bien me toca en mi entorno la gente que no tiene ningún interés por internet o por lo menos por las webs sociales, o bien es un fenómeno menos localizado, y es en el espacio de las Islas Canarias donde no hay aún tanto interés por estas webs, lo que quizá me parecería más lógico que pensar que son sólo mis compañeros los apáticos tecnológicos, aunque de ser así y ser las islas un lugar al menos por ahora poco propenso a la utilización de estas webs me interesaría saber a que se debe.

En fin, todo este rollo para contar que no encuentro a mis compañeros en internet. Pero bueno, soy así, cuando observo algo extraño se despierta en mi la curiosidad, y es que lo que no he dicho hasta ahora pero que me hace pensar que quizá sea algo más localizado en las islas que en mi entorno más inmediato es que a quienes encontré en Facebook son tres amigos indios, un inglés y tan sólo un canario. Si a ello sumamos que yo soy alemán, pues tenemos una mayoría de usuarios no canarios, aunque evidentemente esto puede ser pura casualidad, pero llama la atención. Si a alguien se le ocurre una buena explicación, me encantaría conocerla y si creen que es pura casualidad también me gustaría saberlo, así dejaría de sorprenderme tanto que mis antiguos compañeros no aparezcan por ningún rincón de internet.

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