Está visto que siempre que algo beneficie al pueblo, a la gente, a los ciudadanos de a pie, al capital, al poder, le jode. Que podamos divertirnos sin pagar por ello jode tremendamente. ¿Por qué en Canarias no te dejan acampar prácticamente en ningún sitio? Ya se que es por la pretendida falta de civismo de las personas, pero eso tiene fácil solución. La realidad es que habiendo apartamentos y hoteles, ¿qué coño es eso de irse de acampada? ¿Qué se han creído malditos crápulas? ¿Quieren diversión, quieren ocio? Pues paguen como es debido. Así es nuestro mundo. Vivos en el mundo al revés, donde los países poderosos pasan del hambre, y deciden criminalizar aún más al inmigrante. Vivimos en un mundo donde habiendo preocupaciones infinitamente mayores, el G-8 en su reunión tratará el tema del P2P y podría apoyar un nuevo marco legal mundial para perseguir la piratería. Pero no sólo el G-8 también el Parlamento Europeo prepara una amplia reforma de la legislación de telecomunicaciones que, según buscan algunas enmiendas de última hora, convertiría a los proveedores de acceso a Internet (ISP) en vigilantes de lo que viaja por sus redes.
Mientras los ciudadanos se adaptan y comprenden que los tiempos cambien y la sociedad avanza, los políticos que tienen la mano metida en el bolsillo de las discográficas y productoras de cine y televisión, se decantan por el pasado, como bien expone RinzeWind en su blog: «Los conductores de carruajes están presionando en el Parlamento Europeo para intentar que se apruebe legislación que sólo permita coches con las ruedas cuadradas.»
Ahora unas palabras del Teleoperador, quien claramente expone mis sentimientos referente a este tema, en el post citado a continuación:
Me he enterado esta mañana y es urgente. Es muy, muy urgente. Recomiendo la lectura inmediata de este post de Carolina López, asistente del eurodiputado de Los Verdes David Hammerstein, que cuenta breve y claramente la indecencia que varios hijos de puta pretenden aprobar en Europa para cargarse el P2P.
Resumiendo: gestoras de derechos de autor y grandes distribuidoras de cine y música pretenden aprobar una ley que nos obliga a todos a tener instalado un programa espía que controla qué estamos descargando de Internet. En caso de ser material protegido por derechos de autor, el programa nos envía avisos de que lo que estamos haciendo es ilegal, informa a nuestro proveedor de ADSL y éste nos reduce la velocidad de conexión. Y en último extremo, nos dan de baja el servicio, como ya se está haciendo en Francia y Gran Bretaña. Para requetecolmo y recochineo sumum, dicho programa estará financiado con presupuestos públicos, o sea, que lo pagaríamos nosotros: somos las putas, ponemos la cama y nos aplicamos el dildo solitos mientras se la chupamos.
Da igual que descargarse contenidos protegidos sin ánimo de lucro sea perfectamente legal en España. Da igual que esa ley suponga el final (más o menos) del P2P, de la privacidad en Internet y un frenazo de cojones a la implantación del ADSL, pues ya me dirás para qué coño lo queremos si no podemos bajar Weeds o The Wire en versión original y me tengo que esperar un año mínimo a que los patazas de Cuatro lo emitan con ese infame doblaje y la imagen cortada. Lo que es yo, me daría de baja inmediatamente, me ahorraría los 40 € mensuales y me limitaría a llamadas de módem para ver el correo y a conectarme gratis en bares para subir fotos, vídeos y actualizar el blog.
Y sobre todo, les da igual hacer el gilipollas prohibiendo una tecnología que deja obsoleto el negocio de las distribuidoras, que es como prohibir la imprenta porque perjudica a los amanuenses. ¡Reconviértanse, cojones, como hicieron los astilleros, los mineros y la siderurgia! ¡O extínganse, mejor!
Aún se puede intentar hacer algo, o hacerlo, o pretender que se hace.