Los sueldos en España dan pena


Se ha hablado muchas veces sobre los lamentables sueldos que se perciben en España, pero esta realidad resalta aún más si la vemos en una tabla comparativa, en la que podemos medirnos con los países vecinos. Cierto que podemos decir que en Portugal aún están peor, pero no creo que eso sea un consuelo.

Ocurre una cosa más, sobre todo en Canarias, donde los salarios son aún peores que en otras regiones de España, y es que los precios de las cosas suelen ser los mismos que en el resto de países europeos con mejores sueldos. Incluso habría que concluir que muchas cosas son más caras aquí que en otros lugares del continente europeo.

Cuando voy a casa de mi abuela en Alemania, alucino con lo barata que me sale la compra cuando voy al supermercado, muchos productos los consigo a precios con los que aquí tan solo puedo soñar. De hecho ya he contado también que he visto productos españoles que están más baratos en Alemania que aquí, ¡vergonzoso! Y digo más, algo tan básico como la vivienda, en Canarias, viviendas de dimensiones que se asemejan a una caja de zapatos y construidas con materiales de baja calidad, exceden de forma abismal el precio de la vivienda en ciudades medianas como Augsburgo, en donde por una fracción de lo que cuestan esos pisos ridículos de aquí, puedes ser propietario de una vivienda generosa y construída con buenos materiales.

Creo que en España habría que aunar esfuerzos por cambiar esta situación, porque no puede ser que tengamos que enfrentarnos a precios más elevados o como mínimo iguales que en el resto de países vecinos, pero nos veamos obligados a hacerlo con una fracción de lo que se cobra en los mismos.

Vía | Escolar

No soy el único que lo piensa


Los políticos y los problemas de la gente

Hace más de un mes que hablaba del imperativo de la reducción de sueldos de los políticos, además de algunas otras medidas que consideraba indispensables para que los políticos estén más cerca del pueblo al que gobiernan y así se empiecen a ocupar de los problemas que realmente importan a las personas de a pie.

Pues bien, al parecer no soy el único que piensa de esta forma, no en cuanto a las medidas, sino en cuanto a que los políticos no se van a ocupar de los problemas de la gente normal hasta que no tengan ellos esos mismos problemas.

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El imperativo de la reducción de sueldos de los políticos


Los políticos viven demasiado bien y esto genera diversos problemas que son contraproducentes para la actividad que deberían llevar a cabo. Un político es en principio una persona que está al servicio del pueblo, al menos en la democracia así se supone. La política por tanto debería ser un trabajo vocacional y no meramente la oportunidad de percibir un salario con el que la mayoría de españoles no pueden más que soñar, así como la consecución de un poder que proporciona grandes posibilidades añadidas.

Dado que la buena vida es algo que a todos nos gusta, es fácil llegar a la conclusión de que en la política hay muchos que de vocación tienen más bien poco, pero ganas de llevarse un buen pedazo del pastel tienen muchas. Esto me lleva a concluir que una manera fácil de reducir drásticamente el número de sanguijuelas sería reducir los sueldos de los cargos políticos. Esto por otra parte nos podría hacer intuir que ello incitaría a la corrupción, algo que por otro lado con los salarios actuales también ocurre, por tanto en este sentido no parece que vaya a cambiar mucho con una medida de este tipo. Habría que estipular un salario que sea justo por la tarea llevada a cabo, pero nunca tan elevado que atraiga en masa a mediocres como los que ahora abundan, cuya preocupación por el pueblo es ninguna.

No se me malinterprete, no se trata de que sea un cargo elitista, sino que sea un cargo vocacional, ocupado por gente que realmente cree poder y quiere trabajar al servicio de la gente y de su bienestar. Es evidente que la perfección jamás será alcanzada, pero si se pueden buscar vías para evitar diversos comportamientos altamente negativos. Reduciendo el salario a los políticos también se acerca a éstos más al pueblo generándose así un posible acercamiento entre ambos. Así se da al político una visión real acerca de las preocupaciones del pueblo evitándose de esta forma que la política vaya por un lado y la sociedad por otro muy diferente.

También sería positivo implantar otro tipo de medidas y cláusulas que los políticos deberían cumplir. A continuación plantearé algunas ideas que podrían ser discutidas. Sería interesante que tuviesen que usar al menos unas veces en semana el transporte público; tanto su familia como ellos, durante el periodo que ocupan un cargo público, tendrían que tratar sus enfermedades por la seguridad social, sin posibilidad de acudir a un médico privado; y sus hijos/as deberían estar obligados, mientras ocupan dicho cargo, a ir a escuelas públicas. De esta forma se acerca al político a la sociedad y se puede esperar que el interés de éstos por el buen funcionamiento de estas instituciones públicas sea mayor. En la actualidad los políticos viven a un nivel muy superior y por tanto desconectados de la población, así parece evidente que sus intereses y sus preocupaciones tampoco coincidan.

También sería conveniente eliminar las rentas vitalicias a los expresidentes de un país. De esta forma el Estado se ahorraría una buena cantidad de dinero y además podría ser beneficioso a la hora de promover la vocación y no el interés económico para ocupar dicho cargo. Así un presidente cuando deja el cargo tendría que buscarse un trabajo como cualquier otro ciudadano o en caso de haber sobrepasado la edad de la jubilación percibir ésta, pero no un salario adicional que el resto de ciudadanos no tiene. Además sería lo lógico, porque un expresidente, y más si se retira de la política, ya no trabaja al servicio de la sociedad, por lo tanto, ¿por qué debería de pagarle el Estado por algo que ya no hace?

Personalmente considero que sería interesante llevar a cabo estas modificaciones para conseguir una clase política mejor de la que existe en la actualidad. Si alguien quiere aportar más ideas o sus pensamientos acerca de esta reflexión, serán bienvenidas con mucho interés.

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Llegar a fin de mes: una misión imposible


Si con el paso de la peseta al euro el llegar a fin de mes ya se convirtió en una odisea ya que el cambio en el precio de los productos en muchos casos se hizo de forma que 100 pesetas se convertían en 1 euro (cuando la realidad es que 100 pesetas son 60 céntimos) y así sucesivamente. Pero esto no se hizo de igual forma con los salarios, para los que se hizo el cambio meticulosamente y sin añadir ni un mísero céntimo. La problemática por tanto estaba servida. Si a ello sumamos que en España, en comparación con otros países de la Unión Europea, se perciben unos de los salarios más bajos, cuando el coste de la vivienda y de la cesta de la compra es mucho mayor, el problema se agrava aún más.

Ahora, y tras varias subidas bastante significativas de productos de primera necesidad, la cesta de la compra subirá aún más de precio. Las grandes empresas alimentarias como Danone, Campofrío y Bimbo así lo han anunciado. La justificación para este encarecimiento es que es consecuencia directa del alza del precio de los cereales, una materia prima para todos estos productos.

Danone anunció un incremento de entre un 4% y un 6% de sus productos en España. Se achaca esta subida a que el precio de la leche en origen está subiendo en todo el mundo desde hace meses. Bimbo también anunció un aumento del 4,5% debido al desarrollo de los biocombustibles, al encarecimiento de la harina en un 70% en un año por el aumento de la demanda de países asiáticos y a la especulación financiera. Y Campofrío también ha aducido el creciente coste de los cereales como la causa de su decisión de subir de precio sus productos a comienzos de 2008.

La leche y otros productos lácteos ya han aumentado los precios un 20% en los últimos meses, el pan, un 8%, y el pollo y los huevos, un 11,3% y un 30% respectivamente.

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Suprimir el salario vitalicio a los ex presidentes


En diversas ocasiones he mostrado mi indignación por el salario vitalicio suculento que reciben los ex presidentes de este y otros muchos países. Los políticos y todo el entramado burocrático son unas sanguijuelas de las arcas públicas. Y si a ello sumamos que todos esos que han sido presidentes de este país reciben hasta que se mueren unas «pagas» que ya le gustaría a muchos trabajadores recibirlas, pues podemos plantearnos que con todo ese dinero se podrían hacer muchas cosas.

Es indignante desde mi punto de vista porque estas personas ya no trabajan al servicio de los ciudadanos, generalmente tampoco están en la edad de recibir la jubilación por lo que me pregunto, ¿por qué se les paga? Lo que ocurre es que los políticos se pelearán por muchas cosas, pero todos parecen estar de acuerdo cuando se trata de subirse el sueldo o de cobrar comisiones. De la misma forma creo que la mayor ilusión de un aspirante a Presidente del Gobierno es que cuando deje el cargo va a cobrar muy bien por no hacer nada.

Pienso que los políticos deben recibir un salario mientras sirvan al pueblo, una vez dejen de hacerlo se acabó el chupar del bote de miel. Como suele decir la gente: «Que se busquen un trabajito como cualquier otra persona«.

En este sentido Evo Morales si ha tenido en cuenta este aspecto y ha creído oportuno por tanto, por el bien de los ciudadanos de su país, suprimir ese salario vitalicio de los ex presidentes de Bolivia. Yo aplaudo esta decisión y con envidia sana espero que otros sigan el ejemplo y se mundialice esta medida, ya que ese dinero se podría emplear para muchas cosas beneficiosas y no para mantener a unos cuantos impresentables.

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