La bombilla del futuro


Bombilla LED Philips

Desde que he tenido constancia de la posibilidad de utilizar la tecnología LED en bombillas y de sustituir así las bombillas incandescentes, muy poco eficientes, me ha fascinado la idea. Claro que desde hace bastantes años están en el mercado las bombillas de bajo consumo, pero el hecho de que tarden en alcanzar su máxima luminosidad puede molestar a algunos. Otra cuestión es que generalmente la luz que desprenden es menos cálida, esto puede ser algo que también ocurra con las bombillas LED, pero bueno, creo que en cuanto a esto podemos sacrificarnos un poco por el medio ambiente, que bien lo merece, y está claro que no estamos haciendo suficiente.

Ese futuro, el de las bombillas LED ya está aquí, ya que «la tecnología LED ha dado un paso más para entrar en casa a lo grande. Con los televisores y pantallas lo iba haciendo casi sin que lo notáramos, pero ahora que Philips ha sacado al mercado su bombilla Master LED, solo hay que esperar a que la lógica ponga estas bombillas en los hogares«.

Philips planea comenzar a comercializar sus bombillas LED a partir del próximo mes de julio. Una cuestión de peso para utilizar unas bombillas como estas es saber si tendremos que cambiar todas las lámparas de nuestra hogar, un gasta que con los tiempos que corren no muchos estarían dispuestos a hacer, sin duda. Pero esto no es ningún problema ya que, como podemos ver en la imagen, son compatibles con nuestras instalaciones actuales al usar casquillo estándar. Estas bombillas tienen una vida útil que rondará las 45.000 horas, pero ahí no terminan las ventajas.

Como ya comentamos al principio, una diferencia importante, entre las bombillas de bajo consumo y las bombillas LED de Philips, es que estas últimas funcionan a pleno rendimiento desde que se encienden. Y mejor aún, funcionan con un consumo de hasta un 80% menor. Creo que este 80% del que se habla es con respecto a las bombillas incandescentes, no con respecto a las bombillas de bajo consumo. Otro punto clave es que no se calientan y a diferencia de las bombilals incandescentes no contienen ningún tipo de gas ni tampoco mercurio, esto es otro factor que tanto nuestra salud como el medio ambiente agradecerán.

«El consumo de la bombilla clásica pero en versión LED será de solamente 7 W (al no generar calor es más eficiente), un paso adelante brutal si miramos los más de 80 W que puede consumir una bombilla tradicional en casa«. Quizá lo que de momento nos haga mirar estas bombillas con recelo sea su precio, pero si tenemos en cuenta su eficiencia y su larga vida útil, seguramente lleguemos a la conclusión de que en realidad, a pesar del precio inicial son rentables con respecto a las bombillas incandescentes. Además, no debemos olvidar que el medio ambiente, nos agradecerá que hagamos uso de esta nueva forma de iluminación, y el medio ambiente realmente necesita una tregua.

Vía | Xataka y Ecología Microsiervos

5 formas de salvar el planeta


Ya que hoy es el día de la Tierra, qué mejor que un pequeño vídeo instructivo en el que se detallan cinco sencillas formas de salvar el planeta, o al menos reducir la contaminación y el derroche de bienes básicas y que cada día son más escasos.

Y de regalo otro vídeo más, con una muy buena idea para ahorrar un montón de agua.

El Día de la Tierra


Hoy se celebra el Día de la Tierra. Aunque con lo que le faltamos al respeto a diario no se yo si nos perdonará porque pensemos en ella un día al año. De todas formas, más vale un día para recordar, a los que habitamos este planeta, lo que estamos haciendo con él que ninguno.

Partiendo de la base de que lo que hacemos es desastroso, no estaría mal que días como estos sirvan, sobre todo a los inconscientes, para darse cuenta de la gravedad del asunto. Aunque desgraciadamente un amplio sector de esos, más que inconscientes, indiferentes, son los políticos y los dueños de grandes empresas. A este colectivo sólo le interesa el dinero, el medio ambiente les importa bien poco y no lo hará hasta que éste no de dinero. Por eso es tan importante que nosotros, la población, impidamos que estas personas sigan ignorando algo tan vital como es la salud del planeta en el que vivimos y más aún, gracias al que vivimos. Hace un año ya hablé de éste día, y el mensaje que redacté sigue siendo hoy tan vigente como el año pasado, pues parece que muy poco ha cambiado.

Respeta el medio ambiente, ahorra, cuida, recicla… No es tan difícil, y el resultado podría ser que las imágenes que hay bajo estas líneas poco a poco se conviertan en historia. Incluso Google y YouTube se suman a la celebración de este Día de la Tierra.

Cambio de hora


Reloj

Lo de los cambios de hora es un rollo, aunque he de decir que este horario, el de verano, me gusta mucho más, ya que el de invierno lo odio. Ese rechazo que siento es debido a que no me va nada eso de que por la mañana muy temprano sea de día y por la tarde temprano ya se haga de noche. A mi me gusta el horario de verano, que cuando me levanto temprano aún es de noche y el día se prolonga hasta bastante tarde. Deberían dejar el horario de verano para siempre.

Yo ya he expresado aquí mi escepticismo en cuanto al supuesto ahorro energético causa del cambio de hora. En referencia a éste, me hizo mucha gracia el comentario que cito a continuación:

Antes adelantabas una hora el reloj y nada más. Ahora hay que hacerlo con la computadora, el iPod, el celular, la cámara, el microondas, el horno, la tele, el auto, la palm, el despertador, la video y el DVD, tarea que consume más energía de la que se ahorra.

Vía | Halón Disparado

[tags]Cambio de hora, ahorro energético, horario de verano[/tags]

El cambio de hora


Dónde cambian los relojes

Como cada otoño, en la madrugada del último domingo de octubre retrasamos los relojes: la hora oficial se acerca a la solar, aunque en España nunca llegan a coincidir y el reloj siempre corre por delante. Como cada otoño, llegan nuevos estudios científicos alertando de que a nuestro reloj interno le cuesta ajustarse a este cambio horario, que practica un cuarto de la población mundial. Y como cada otoño, se repite el debate sobre si conviene aplicar una medida que puede alterar el ritmo de sueño de algunas personas para lograr un ahorro energético, que en España se calcula del 5% en el consumo doméstico de electricidad (unos seis euros por hogar), según los datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Hoy, a las tres de la madrugada hay que retrasar el reloj una hora.

Yo soy de las personas que considera que esto del cambio horario en realidad no sirve para ahorrar energía o al menos el ahorro es tan reducido que prácticamente es despreciable, lo que lo convierte en una medida un tanto absurda. Hoy en día, no importa realmente en que momento del día disfrutamos de más horas de luz, porque si no se consume electricidad en un momento del día, se consume en el otro. Si por la mañana cuando te despiertas aún es de noche, tendrás que encender la luz eléctrica, a su vez eso significa que por la noche tienes más horas de luz solar y por tanto el consumo en esta franja horaria es menor. Pero si invertimos esta situación, lo único que sucede es que el consumo eléctrico se desplaza, manteniéndose prácticamente igual. Si por la mañana cuando te despiertas ya es prácticamente de día no necesitas recurrir durante un periodo prolongado a la luz eléctrica, pero eso significa que por la tarde la oscuridad invadirá las calles mucho antes, por lo que la electricidad que no se consumió por la mañana se consumirá por la tarde.

Y para demostrar que no ando tan desencaminado, al revisar el ahorro energético que se consigue con el cambio al horario de verano los resultados no son muy positivos: se consume menos electricidad pero se usa más el coche. Pero además, tal y como decía esa reducción en el consumo es de tan sólo 0,4% y por tanto despreciable. En verano se ahorra en iluminación por las tardes, pero también se necesita más luz artificial por las mañanas.

A todo ello hay que sumar las preferencias de cada uno, a mi por ejemplo me gusta que cuando me despierte por la mañana aún sea de noche, porque así llegas al trabajo, a clase o lo que hagas, fresquito y sin calores y que por la tarde las horas de luz sean más, de modo que puedes aprovechar la tarde, después del trabajo, sin tener la sensación de que la noche te manda a casa a dormir. Yo por lo tanto mantendría el horario de verano todo el año. Seguramente haya otros, como por ejemplo mi madre que odia que cuando se despierta aún sea de noche. Para gustos hay colores.

[tags]Cambio horario, ahorro energético, consumo energético[/tags]