Ernesto 'Che' Guevara el idealista


El otro día fui al cine a ver «Che, El Argentino». Me pareció una película interesantísima y que genera en el espectador la sensación de haber visto un cine bien hecho, con dedicación, con entrega. La única pena es que ahora hay que esperar a la segunda parte. Benicio del Toro interpreta al revolucionario, y su parecido y su interpretación son impresionantes.

Pero realmente no quiero hablar de la película en sí, aunque si recomendarla fervientemente, sino que me gustaría reflexionar un poco acerca de lo que fue el Che, bajo mi punto de vista. Tras ver la película, y habiendo leído algunas cosas acerca del doctor Guevara, me doy cuenta de que era un idealista, un soñador. Puedo discrepar con él en diversos aspectos, sobre todo en la forma empleada para poner en práctica el ideal, pero me es imposible contradecirle en cuanto al amor por la justicia. No hablo de la ley, porque entre las leyes hay tantas tan absurdas e injustas que uno se pregunta cómo pudo ser concebida, sino de la justicia como la idea de las cosas bien hechas, del respeto por el bienestar y la vida de los demás, por la concepción de que debe haber algo más allá del constante máximo beneficio propio.

Yo entiendo el sueño de un mundo diferente, un mundo que no es capitalista, un mundo en el que el egoísmo no sea la principal fuerza motriz. La tierra debe ser de quien la trabaje. La tierra no tiene dueño, es de todos y de ninguno. Entiendo soñar con justicia; justicia para todos y no para los de siempre. Entiendo el mundo en unos valores y comprendo la necesidad de vivir por ellos. Entiendo el amor por tus iguales, incluso cuando en ocasiones te puedan parecer detestables. Entiendo que la pasión con la que se siente puede ser tan fuerte que deseamos alcanzar nuestro deseo de la forma más rápida posible, pero esto, muy probablemente, supone también que dicho deseo se construye sobre pilares más frágiles, más endebles y que requieren una fuerza tremenda para poder ser sostenidos. Si miramos a Cuba, a la Rusia comunista, a China y otros países que pretendieron ser comunistas, nos damos cuenta de que la anterior afirmación es totalmente cierta. No se convenció a la mayoría de la gente, simplemente se les metió en un sistema con calzador, de ahí que para mantener dicho sistema se use la fuerza bruta de una dictadura. De ahí que, seguramente, la vía violenta sea la más rápida pero también la menos consistente. Es aquí donde creo que el Che se confundía, o quizá no, quizá era consciente de ello, pero consideraba que era precisa derrocar a un mal dirigente para luego construir los pilares de la conciencia y del conocimiento.

Me muevo en esta duda dado que por lo que parece, Ernesto Guevara tenía una fijación, el pueblo cubano debía saber leer y escribir, porque un pueblo que no sabe es fácil de engañar. Quizá él sí comprendía que el pueblo debía ser partícipe en la creación y mantenimiento de un nuevo sistema. Este punto no lo tengo del todo claro. Pero si hay algo que he pensado a raíz de esta idea del Che. No se trata sólo de saber leer y escribir, porque en el mundo occidental actual, la mayoría sabe leer y escribir, lo que no saben es pensar, y aparentemente tampoco desean hacerlo. Es muy lamentable ver como teniendo la capacidad de leer y escribir, por la cual mucha gente sería capaz de hacer muchos sacrificios, nosotros lo tomamos como algo sin importancia, no nos preocupamos en leer nada más allá de las vallas publicitarias y las ofertas en los centros comerciales, sabemos leer y escribir pero no pensamos, vivimos atontados engañados constantemente, mangoneados por quienes detentan el poder, no sólo político sino también económico. Es lamentable mirar al mundo y vernos a nosotros, panda de ignorantes desagradecidos, incapaces de darnos cuenta de que leer y escribir nos acerca al conocimiento y este a la reflexión razonada.

Supongo que comparto la rabia del Che cuando miro al mundo y veo que siempre gira al gusto de los mismos de siempre, cuando veo que pisan nuestros derechos, se ríen en nuestra cara, destrozan el planeta, contaminan y aniquilan este oásis espacial, y nosotros quedamos fuera, teniendo que soportar todas las mentiras los engaños y todas las acciones que en ningún caso nos benefician a nosotros, al pueblo, sino siempre a quienes poseen las fortunas, a quienes detentan el poder, a quienes juegan con nuestras vidas como si fuéramos marionetas, moviendo los hilos a su antojo, y nosotros seguimos aquí, viéndolo todo a través de una venda que deja ver sólo las luces más brillantes, pero no nos revelamos, no nos quitamos la venda y no decimos: «¡Basta ya!»

Mientras reflexionaba acerca de los métodos del Che, pensé en su opuesto, Gandhi, que en ciertos aspectos pretendía fines parecidos, y me di cuenta que con ambos sucedió lo mismo, la gente les siguió a ellos más que a sus ideas, pero una vez ellos ya no estaban, de sus ideas quedó muy poco. Es complejo separar a la persona de las ideas, pero es necesario, porque las ideas pueden permanecer, pero la vida de las personas es limitada, y no podemos olvidar sólo porque alguien ya no esté presente, y es por eso que reitero la necesidad de que la gente entienda, piense y no sólo siga a una figura, sino que realmente comparta el ideal, comparta el mismo sentimiento, porque de lo contrario todo se termina derrumbando.

7 comentarios en “Ernesto 'Che' Guevara el idealista

  1. Vivimos en un sistema violento, donde nos dejan hablar, opinar y expresarnos mientras que nuestras palabras no supongan un peligro para los cimientos del sistema, en fin todo vale menos que cambien las reglas del juego, los explotadores a seguir explotando y los explotados a dejarse explotar, esta es la norma sagrada e inamovible. Cuando alguien consigue remover los cimientos del sistema, este recurre a su fuerza bruta para aniquilarlo, de ahi viene el planteamiento del Che: A la violencia reaccionaria debe responderse con la violencia revolucionaria. La cual debe ser un metodo pero nunca un fin, porque para conquistar algo hay que quitarselo a alguien, y ese alguien pondra todos los metodos a su alcance para que no se lo quitemos, incluso ,los violentos. En este caso nuestra libertad y nuestra dignidad que las tenemos secuestradas por las clases burguesas explotadoras que viven de nuestra fuerza de trabajo y de la que se nutren sus insaciables privilegios. Ya el mismo SANDINO, mucho antes que el CHE decia: La libertad no se conquista con flores si no a balazos.
    El sistema capitalista es violento, intolerante, cruel, explotador y manipulador. Y el Che junto con otros pensadores y filosofos nos muestra que otro mundo es posible, que otro modelo social es posible, pero para ello es necesario destruir el capitalismo y mas en su expresion mas violenta: El Imperialismo. Por eso no queda mas camino que defendernos con violencia de los violentos que nos explotan, nos roban nuestro esfuerzo y manipulan nuestras vidas, nuestros sueños y nuestras ilusiones.
    Descubrir al Che, conocer y tratar a familiares suyos, a compañeros de lucha y a otras gentes cercanas a el es una de las mejores experiencias que me ha regalado la vida.
    EL Che a fin de cuentas era un ser humano, con sus defectos y virtudes, con sus aptitudes y carencias. Y de el nos quedan las ideas. Porque los hombres se van, pero las ideas se quedan, y yo modestamente soy una prueba de esta verdad. Y como dijo Jose Martí: Hay hombres que desde la tumba siguen dando luz de aurora.
    HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

  2. Amigo mio, el materialismo histórico nos enseña que los heroes no existen. Son producto de la historia, elementos circunstanciales de la ecuación histórica, pequeños grandes hombres que son, porque así tenia que ser y a su alrededor muchísimos heroes anónimos que viven y son también artifices de la historia cotidiana.
    Recuerdo las palabras de un profesor de historia que tube hace años «Desconfiar de los salvapatrias» Y tiene mucho sentido, porque no se puede vencer sin convencer, tanto los fascistas, revolucionarios o simplemente los iluminados, llegan a creerse en posesión de la verdad, llegan a pensar que su comprensión de la realidad histórica les produce una responsabilidad por la cual se sienten llamados a ser líderes carismáticos. Eso significa que no tienen vocación pedagógica, no quieren convencernos, sino que al contrario, nos subestiman. Yo no quiero que nadie me diga como ha de ser la revolución, esa no es la dictadura del proletariado, sino la dictadura del partido y sus lideres «iluminados» que nos dicen que, «como no somos capaces de comprender el cambio» ellos lo harán por nosotros. Tal vez, es porque no confian en nuestra capacidad; ¿y si no confían en el hombre, por qué quieren salvarlo? Creo que no tienen tanto valor como Gandi, que movilizo a un país de 700 millones de habitantes, sin pegar un tiro y dejando su vida en el intento… convenciendo.
    ¡¡¡Basta ya de tanta violencia!!! ¡¡¡queremos justicia, no sinrazón!!!

  3. Totalmente de acuerdo Bentor, cuando se pretende hacer algo por el pueblo, excluyendo a este de la toma de decisión, algo está fallando y mucho. No se puede obrar para el pueblo sin tener a este en cuenta, y evidentemente, muchas veces pensamos en algo que consideramos genial y brillante, lo consideramos desde fuera, pero quizá expuesto a alguien que viva realmente dentro de un cierto sistema nos detalle una diversidad de pegas que deberían ser solventadas para que nuestra idea pudiera funcionar realmente.

    La arrogancia de imponer algo por la fuerza supone también cerrarse a repensar las cosas, a limar asperezas, modificar y adaptar, supone creerse en posesión de la verdad absoluta, y no hay que olvidar que dos cabezas, pueden pensar más que una, no necesariamente lo hacen, pero es el ideal, y tres piensan más que dos, y así sucesivamente.

    Al imponer nadie aprende en realidad, al convencer, aprenden ambos, porque aprende al que convencen, pero probablemente también aprenda el que trata de convencer, ya que en la discusión puede darse cuenta de posibles errores en su planteamiento, gracias a la interacción con otros.

  4. Si el mundo fuera un lugar pequeñito, donde viviéramos unos cuantos que fueran dialogantes como nosotros, seguro que continuamente llegaríamos a un acuerdo satisfactorio para todos. Si es que todo es ponerse… es una cuestión de organizar la sociedad de una forma mas justa, mas eficiente… dejar de gastar billones de dólares en viajar a Marte, mientras en la Tierra la gente muere producto de las desigualdades. Que ironia…

  5. Él se hubiese sorprendido de lo que logró Allende si hubiese vivido para verlo. Lo logró con el pueblo, y gracias a un trabajo digno de recordar del pueblo para el pueblo, resistió a los boicots de los sectores privados.
    Fuser no esperaba eso, nadie lo hacía. Y un país abiertamente anticomunista cuya identidad todos conocemos se encargó de evitar que el mundo entero supiese que el sistema podía funcionar, siempre que no se basara en un frágil sustento de «meter con calzador» como dice Andrej.

    Así que el doc se equivocó, había otra manera menos violenta, menos «Villista» de revolución. Pero equivocado o no, murió intentando cambiar el mundo. No sé qué ocurriría si todos lo intentásemos, probablemente dejaríamos de ser humanos.

  6. Eso es cierto, y creo que hoy día no abundan esas personas que intentan cambiar el mundo, la mayor parte del tiempo nos adaptamos y aunque nos quejamos no hacemos nada por cambiar muchas de las cosas que ocurren.

    En cuanto a lo de que se equivocó, totalmente de acuerdo, el camino violento no parece el más recomendable.

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