En una interesante reflexión sobre el número de asistentes a la manifestación en contra del Puerto de Granadilla, que se celebró ayer en Santa Cruz de Tenerife, se decantan más por unas cifras comprendidas entre los 13.800 y los 17.250 asistentes. Estos datos quedan bastante alejados de esa media que había considerado más representativa que los datos dados por polícia y organización. En cualquier caso, el número de personas no es lo único que cuenta, aunque claramente tenga una importancia considerable en eventos de este tipo.
Quisiera añadir una breve anotación relacionada con algo que comentan en el blog Al Golpito. Algo que me molesta mucho de las manifestaciones, es que hay demasiadas banderas. A lo que me refiero es a que muchas personas que pueden asistir a una manifestación, lo hacen porque no están de acuerdo con determinado hecho, en este caso por ejemplo el Puerto de Granadilla, ello no significa que sean nacionalistas, independentistas y demás, y tampoco partidarios de una facción política u otra, y al menos a mi no me gusta marchar por algo cuando un número de personas parecen desear dar a una manifestación un significado adcional el cual no solo no comparto, sino que incluso rechazo con vehemencia.
Si nos manifestamos en contra de una guerra, en contra de la construcción de un puerto o por una vivienda digna, ¿qué pintan ahí banderas nacionalistas, independentistas o de partidos políticos diversos? No pintan nada, porque puedes ser nacionalista o no, independentista o no, republicano o no, o perteneciente a cualquier partido político, entonces las banderas no representan a todos los que están allí presentes, y además no tienen sentido. Las únicas banderas, que en realidad no son tales sino pancartas, que tienen sentido son aquellas que con un mensaje remarcan la razón por lo que el grupo de personas aglomerado allí se manifiesta.
Foto | Mataparda
Totalmente de acuerdo con la reflexión.
Justamente es lo que pensé cuando recorrí varias veces la manifestación el sábado: ¿qué pintan esas banderas?, ¿y esas pancartas donde el nombre o logo del grupúsculo político de turno era tan o más grande que el lema contra el puerto?, ¿La pancarta principal cobra importancia porque la porte, entre otros, un ex-sindalista reconvertido en «comunicador» que vocifera en todas las teles locales por donde ha pasado, cuando otros muchos «personajes públicos» simplemente participaron de forma discreta?
Con Ben-Magec, al igual que con otras asociaciones, tengo tanto desencuentros en sus planteamiento como acuerdos con ellos, pero a la hora de asistir a la manifestación, no me importaron los primeros, porque lo principal el sábado era manifestar el rechazo a una infraestructura inútil, salvo para algunos que pueden pegar un pelotazo de aupa. Lo demás sobra.
Debo reiterar también eso de totalmente de acuerdo con lo que dices, todo lo que no tenga que ver con la verdadera razón de la manifestación, como bien dices, sobra.