El otro día tras leer un post, pensé en la opción de hacer que el Estado funcione más como una empresa pero nunca llegando al extremo de esta. Ya que de momento seguimos viviendo en un sistema capitalista, podría estar bien aprovechar ciertas cosas, con las que generar dinero y así contar con más dinero para atender a las necesidades de los ciudadanos.
La idea viene porque en ¡Vaya tele! comentaban que a partir de ahora, a través de una plataforma de televisión digital, podremos ver los episodios de la serie Cuéntame como pasó por adelantado pagando 1,99€ por ello. El argumento en este blog era que habiéndose producido esta serie con dinero público, no comprendían por qué hacían pagar de nuevo a quienes quisieran ver los capítulos por adelantado. Situado el tema, trataré de exponer mi reflexión.
La serie en cuestión, no deja de ser gratuita, todos los que la siguen pueden seguir haciéndole de la misma forma a través de TVE. Aquellos que ya de por si, aparentemente tienen un mayor poder adquisitivo, pues tienen acceso a un sistema de televisión digital, si lo desean, pueden ver un capítulo por adelantado, pagando por ello. Esto, en vez de verse como una especie de engaño, podría verse como una forma de recuperar parte del dinero público empleado para la creación de la serie, lo que posibilita la creación de otras series, programas o contenidos audiovisuales de cualquier tipo, o incluso el empleo de ese dinero en otras cuestiones.
Es aquí cuando pensé que quizá estaría bien que el Estado, funcionase más como una empresa. No para sacarnos los cuartos a los ciudadanos, pero si para ser más eficiente y quizá generar ingresos que evidentemente deberían de ser puestos a la disposición de las necesidades de los ciudadanos. El problema que veo con respecto a esta idea es que desgraciadamente gran parte de los políticos y funcionarios no inspiran la confianza necesaria para que terminásemos de creernos una iniciativa de este tipo.
Por un lado, tenemos productos creados por una televisión pública, una serie como Cuéntame como pasó podría funcionar muy bien siendo distribuida en DVD (no se si ya se hace actualmente); también, si no recuerdo mal, leí que en otras países del mundo emiten la serie, o han creado una versión similar adaptada a la realidad histórica de su país, en fin, todo esto puede generar bastantes ingresos que podrían ser utilizados a su vez para el servicio público.
De la misma forma, no estaría mal que dentro de las estructuras laborales estatales hubiera un mayor control. Todos hemos visto las fotos del Congreso de los Diputados vacío, o con un puñado de personas en la sala. Por que no «castigar» a aquellos políticos que no aparecen por allí. Nosotros, los ciudadanos les pagamos para que hagan su trabajo, a nosotros, si no aparecemos por nuestro trabajo nos echan. En su caso es un poco más complejo porque quizá echarlos podría interferir con la voluntad democrática de los votantes, pero como mínimo deberían de ser sometidos a una suspensión salarial. Vistas las fotos, o bien nos ahorraríamos un montón de dinero, o bien esas imágenes no se volverían a repetir, en cualquier caso ganamos.
Lo mismo vale para el resto de funcionarios. Yo creo que trabajar para el Estado debería de suponer un alto grado de conciencia y de responsabilidad, ya que no trabajas para una empresa con ingresos millonarios y que explota a niños en Asia para producir pelotas de fútbol a precios de risa, sino que trabajas para los ciudadanos que son quienes te pagan con el dinero que ganan, en muchos casos malamente, con el sudor de su frente. Creo que esto debería de ser tomado en cuenta por quien trabaja de funcionario.
No quiero decir que el empleo público debería de convertirse en otro nido de precariedad, simplemente que se creasen mejores métodos de control y también que se generase una conciencia en quienes ocupan un puesto de funcionario.
Claro está que esta idea no puede excederse más allá de los límites razonables, en ningún caso deben recortarse servicios al ciudadano para ponerles un precio y así aumentar en ahorro económico. Una cosa no debe ir nunca reñida con la otra. Bajo ningún concepto es positivo lo que hace Esperanza Aguirre en Madrid.