Después de dormir unas horas me gustaría apuntar un par de detalles. Después de cuatro años de crispación y constantes ataques a las instituciones, el PP no ha sido castigado de la forma en la que se lo hubiera merecido, lo que significa que tienen detrás a un gran número de votantes que están de acuerdo con su nefasta forma de hacer política. Y lo mismo sucede un poco en Canarias con CC, que aunque en la provincia de Gran Canaria no se come una rosca, en la de Tenerife sigue gozando de mayor salud de la que debería después de todo lo que han hecho. En ocasiones me pregunto con qué clase de personas convivo.
En general, ha habido muy poca autocrítica, algo que no suele gustar a los partidos. Incluso en IU se han centrado más en el bipartidismo que en sus posibles errores, aunque hay que decir que IU que Llamazares es de los únicos que ha asumido la derrota, y dimite asumiendo que IU necesita un cambio, creo que esto le honra. Yo creo que ignorar y no aceptar las equivocaciones propias es un grave error para todos, porque igual que un alcohólico debe reconocer primero que tiene un problema para así intentar solucionarlo, si no se aceptan los propios traspiés, no se puede modificar un comportamiento errado y por ende no se aprende y tampoco se evoluciona.
En cuanto al «nacionalismo de izquierdas», que como bien dice Teresa, muchos conciben como un oxímoron, entre los que me incluyo, ha perdido votos que parecen haber ido a parar claramente al PSOE, ya que muchos han pensado que cualquier cosa antes que un gobierno de un PP casposo en exceso. A su vez el nacionalismo de derechas se ha mantenido.
Catalunya una vez más es la que da la victoria al PSOE, y es que es evidente que para los catalanes, que lógicamente ven este país como plural y diverso, compuesto por un mosaico de identidades diferentes, un PP, que apuesta por un modelo totalmente contrario a este, no les conviene ni lo más mínimo. También es que Catalunya tradicionalmente es de izquierdas, por eso también me simpatizan mucho más los catalanes que los madrileños así como sus respectivas capitales. No pretendo ofender a los madrileños, ni atacarles, cada uno piensa como piensa, pero he de confesar que las ideas del PP no me simpatizan lo más mínimo.
Algo que siempre me ha extrañado es Valencia y su clara sintonía de derechas. Para mi Valencia, seguramente con esto me gane el odio de algunos nacionalistas, es como una especie de provincia de Catalunya, tiene el valenciano que podemos decir que es catalán con algunas particularidades, y aún así, a diferencia de Catalunya, son acérrimos votantes del PP. Además Valencia la concibo casi como la cuna del fascismo español. Los partidos y grupos ultras gozan de muy buena salud allí, y eso me asusta de la misma forma que me extraña. ¿Qué pasa en Valencia? Si alguien me lo pudiera explicar le estaría muy agradecido.
Supongo que si Fedeguico Jiménez Losantos antes odiaba a los catalanes y fomentaba esa corrosiva catalanofobia que tanto detesto, ahora tendrá aún más razones para odiarlos. Lo más gracioso es que mientras él no podrá dormir por las noches por la rabia, que debe estar recomiendo sus entrañas, los catalanes dormirán tranquilos y aliviados de que durante al menos cuatro años más no serán gobernados por un partido que en más de una ocasión ha mostrado su rechazo hacia Catalunya.
Una última cosa, en alguna parte leí que Rajoy tenía planeado irse de vacaciones a Canarias para descansar, creo que será interesante, porque ya estoy viendo a algunos cortando las patas de la silla del César para ocupar su lugar. Ya lo saben, el que se fue a Sevilla perdió su silla, ¿le ocurrirá esto a Rajoy? Si cuando vuelve no se encuentra con extrañas conspiraciones no será por falta de ganas de algunos.
En fin, supongo que veremos lo que sucederá en el futuro. Lo que me alegra de momento es que los ciudadanos nos hemos ahorrado una mudanza que tendríamos que haber pagado a Zapatero si no hubiese ganado.
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