Ya han pasado unos cuantos años desde que se llevo a cabo el golpe de estado a Hugo Chávez. Aún así no deja de ser actual y muy interesante este documental acerca de dicho golpe de estado, y como se manipuló todo lo acontecido. Los medios de comunicación manipularon descaradamente los hechos, e hicieron parecer las cosas de tal forma que les beneficiaba a ellos y a su discurso partidista y anti-chavista.

Gracias a los realizadores de este documental, «La revolución no será televisada«, Kim Bartley y Donnacha O’Briain podemos descubrir todo el entramado que hubo detrás de este golpe de estado que duró 47 horas.

Estos cineastas lograron una mirada desde el interior del golpe, antes, durante y después del golpe. Filmado con la visceralidad del que vive los acontecimientos junto a los protagonistas y posee un medio de expresión para la denuncia y la información con la pasión, el miedo y la valentía que rasgan la retina de la cámara, el film es un ejercicio que denuncia las malévolas capacidades manipuladoras de los medios privados y un febril ejercicio de cómo se conspira contra un gobierno democráticamente elegido. Dos aspectos centrales son, por un lado, la clara manipulación de los sucesos de Puente Llaguno, y por otro, el que muestra imágenes inéditas donde los canales de televisión confiesan cómo organizaron el golpe junto a un sector del alto mando militar. Tal manifestación de golpismo convicto y confeso, jamás registrado en la repleta lista de golpes latinoamericanos constituye un verdadero impacto periodístico, semiótico y político.

Este video debería de mostrarse más, de esta forma las personas se darían cuenta de que Chávez no es tan malo como nos lo pintan, y que, por lo que parece, los malos son otros, esos que lo disfrazan de diablo.

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