Andy Bichlbaum y Mike Bonnano son la cara visible de The yes men, un colectivo estadounidense que Naomi Klein ha descrito como «una mezcla de devastadora e inteligente crítica y el humor más sinvergüenza«.

Todo empezó con unas páginas web de parodia. Hace unos años hicieron una dedicada a la Organización Mundial de Comercio (OMC), imitando su estética y radicalizando de forma burlesca su discurso neoliberal. Poco a poco fueron cogiéndole el gustillo a eso de contestar los correos de aquellos incautos y despistados que los confundían. Después, esos correos les invitaban a dar conferencias en respetuosas y nobles instituciones y, claro, no pudieron resistirse… aceptaron.

El documental «The yes men«, premiado recientemente en el Festival de Sundance, cuenta el caso más surrealista, cuando Andy y Mike se hacen pasar por representantes de la OMC frente a un agradecido público de empresarios. Su táctica es bien simple: decir todas aquellas burradas que los grandes líderes políticos y los grupos de presión empresariales piensan, pero que nunca se dice por ser políticamente incorrecto. El resultado es bastante curioso porque, como afirman, los propios burlados agradecen frecuentemente tanta supuesta sinceridad: «Nos parece bien que mientras hablamos la gente pueda ver distorsionadas sus ideas en nuestro juego de espejos. O por lo menos esto es lo que tratamos de hacer, pero resulta que esta imagen distorsionada siempre les resulta absolutamente normal«.

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