
El plátano, es una de las frutas que más se consume en todo el mundo. Anualmente se producen apróximadamente 12 millones de toneladas de esta fruta al año, de los cuales la gran mayoría son plátanos del tipo Cavendish. El platanero pertenece a la familia de las Musáceas, y se puede distinguir entre plátanos comestibles crudos que son de la familia de la musa cavendishii y los plátanos machos o para cocer que pertenecen a la musa paradisiaca.
Lo que para nosotros es el plátano, amarillo y dulzón, proviene de la familia de los Cavendish y sus diversos subgrupos. Esto no siempre ha sido así. Hasta los años 60 se cultivaba mayoritariamente la especie conocida como Gros Michel, también conocida como «Big Mike«. Esta especie se vio afectada por un hongo, el Fusarium oxysporum.f. sp cubense. Dicha enfermedad es conocida por los nombres de «Mal de Panamá» o «Veta Amarilla«.
El Mal de Panamá de los plátanos constituye una de las enfermedades más importantes en la historia agrícola, con efectos devastadores en las economías de diferentes países en el siglo pasado. En las décadas de los años cuarenta y cincuenta esta enfermedad amenazó con eliminar la producción platanera en Centroamérica y el Caribe.
La situación fue salvada por el descubrimiento fortuito de un tipo resistente de platanero que no estaba en explotación comercial. Durante ese periodo todas las plantaciones existentes del cultivar susceptible a la enfermedad (el tipo Gros Michel) fueron remplazadas por plantas del nuevo cultivar tipo Cavendish, que ha permanecido resistente hasta el presente día (para el cambio se precisó de una inversión billonaria, para adaptar los terrenos a este nuevo tipo de platanero). No obstante el problema aún persiste, porque los cultivos de este tipo se estan volviendo altamente susceptibles a la enfermedad en diferentes regiones de África del Sur, Australia y el Archipiélago Canario.
El problema se debe a que los plataneros no se reproducen por semillas, sino que de la misma planta nacen hijos pegadas al tronco del platanero, los cuales son retirados y plantados nuevamente, de esta manera los plátanos de una especie son idénticos en cuanto a su codificación genética, esto por una parte las convierte en copias perfectas a las unas de las otras, pero a su vez las hace altamente vulnerables, ya que una enfermedad que afecta a uno de los plataneros afectará a todos los demás de su misma especie, de ahí que estas epidemias puedan llegar a ser tan devastadoras.
Existen distintas razas de fusarium oxisporum f. sp. cubense, siendo la raza 4 la más virulenta ya que ataca a las variedades del grupo Cavendish (Pequeña Enana (cultivada sobre todo en las Islas Canarias), Gran Enana, Williams y otras), así como a las variedades susceptibles de la raza 1 y a las susceptibles de la raza 2. Y es precisamente esta raza del hongo, la número 4, la que ha arrasado plantaciones enteras en Indonesia, Malasia, Australia y ahora se está extendiendo por gran parte del sudeste asiático.
El hongo fusarium oxysporum se extiende principalmente a distancias cortas por el agua de la irrigación y el equipo agrícola contaminado. La enfermedad se transmite frecuentemente por “cabezas” o de plantas enfermas, con las que se plantan nuevas huertas o se replantan otras en cultivo. Lo normal es que el hongo penetre en la planta, por las raicillas laterales, que están sobre las raíces más viejas, y de éstas pase al rizoma. El hongo también puede penetrar por las raíces muertas o por las raíces heridas, de las cuales pasará al rizoma.
Las medidas para evitar el desarrollo y propagación de esta enfermedad deben ir encaminadas a perseguir dos objetivos fundamentales: el incremento del vigor de la planta, con lo cuál se obtiene una mayor resistencia frente a la enfermedad; y crear en el suelo un ambiente nada favorable al desarrollo del hongo.
Esta enfermedad no tenía hasta la actualidad posibilidades de control químico, pero en los últimos años, en el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología de La Laguna (Tenerife) se han realizado investigaciones sobre los inductores de resistencia de las plantas a las enfermedades, obteniendo como resultado, el descubrimiento de las propiedades de una serie de compuestos, que han demostrado eficacia en la lucha contra esta enfermedad.
Se ha comprobado que las plantas tratadas previamente con estos compuestos biosintetizan diferentes cantidades de fitoalexinas (antibióticos de defensa) que las plataneras controlan, al someterlas a inoculación en las mismas condiciones experimentales, aumentando su concentración en la planta solamente en el lugar y momento preciso en el que ésta sufre el ataque del hongo invasor durante el desarrollo de la patogénesis.
Este mecanismo de autodefensa es denominado Resistencia Sistémica Activada (SRA) En realidad, lo que ocurre es que las plantas que han sido tratadas con estos compuestos naturales imitan al modelo de interacción incompatible (resistente) platanera-hongo. Cuando la planta es amenazada por hongos, bacterias o virus, produce una señal molecular que activa la defensa sistémica de la planta, muy similar a la vacunación. La SRA es capaz de proporcionar protección duradera contra un amplio rango de patógenos incluyendo hongos, bacterias y virus.
Aún así algunos investigadores temen que se pueda dar una nueva epidemia del hongo y acabe o al menos ponga en una situación altamente compleja a los productores de plátanos de la especie Cavendish, lo que supondría nuevamente un duro golpe para la economía. En Canarias también podría convertirse en un problema importante, ya que el plátano sigue siendo una buena fuente de ingresos, a pesar de haberse visto perjudicado por las leyes de libre mercado aplicadas en la Unión Europea, que han desplazado al plátano canario en el mercado extranjero.
Es debido a este temor a la posible epidemia por lo que se han abierto dos líneas de investigación. Por un lado la de Fernando Aguilar que actualmente experimenta con el cultivo de 300 especies diferentes de platanera, intentando lograr algún cruce que sea tan parecido en aspecto como en sabor al plátano Cavendish que el consumidor no sea capaz de notar la diferencia; y por otra lado la de Rony Swennen quien intenta crear una planta Cavendish más fuerte y resistente tanto al Mal de Panamá como a otras enfermedades, mediante la manipulación de los cromosomas del código genético de la planta.
¿Estará el plátano realmente en peligro, o se trata simplemente de una paranoia de esas que tanto gustan a los norteamericanos? Realmente no lo se, aunque es interesante tenerlo en mente ya que en los años 60 ya se dio una epidemia similar como exponíamos al principio de este post.
Esta problemática me ha parecido tremendamente interesante no sólo por el peligro que un simple hongo puede suponer para el cultivo del plátano, sino porque además esto nos puede llevar a plantearnos muchas otras cuestion. (Yo no soy un experto en genética ni mucho menos, pero me parece un tema apasionante) Hace ya tiempo yo me planteaba que los seres vivos clonados podrían tener muchos problemas, por mi lógica, como digo inexperta en cuestiones de genética y clonación.
Una cuestión como ésta me lleva a tener claro que en parte no estaba tan desencaminado, ya que gracias a la mutación genética, las personas, los animales y las plantas, nos vamos adaptando a las circunstancias en las que vivimos. Por tanto, al clonar, no se da esa mutación, lo que haría a los seres vivos altamente vulnerables, un panorama perfecto para las epidemias.
Por lo tanto, quizá los productos alimentarios derivados de animales clonados no constituyen un riesgo para la salud humana, pero si pueden ser blanco perfecto de enfermedades y epidemias que a su vez si podrían afectar a la salud de las personas, porque ya sabemos que la alimentación es un factor fundamental para nuestra salud, y estas cadenas de enfermedades pueden llegar a ser mortales.
[tags]Cavendish, Mal de Panamá, Canarias, hongo, fusarium oxysporum, plátano[/tags]
He consultado alticulos donde han utilizados compuestos , que han demostrado eficacia en la lucha contra el mal de panama ,quisiera poder tener mas informacion sobre estos compuesto si es posible ,saludos ING.Maria
Gracias por tu comentario Maria, pero siento decirte que yo no puedo ayudarte con esa información, lo siento, no soy un experto en este tema, y la única información que tengo es la que he puesto en este post. Por la tanto al parecer existen esos compuestos con cierta eficacia para la lucha contra el mal de panamá, pero tampoco se cuales son, ni en que medida son eficaces.
Lo siento mucho, espero que logres averiguarlo.
Un saludo.
Lo encuentro interesante, tengo la explicacioón de por que desaparecieron los platanos manzanos que comía de niño
Lean teoria de la trofobiosis, en resumen en una planta sana no existen enfermedades, y sana no quiere decir verde, ojo con eso, planta sana es una planta en equilibrio con el medio ambiente, lean que es muy interesante y es la respuesta para el mal de panama raza 4 a 1500 o lo que se venga, saludos.
Gracias por la información, aunque agradecería también un link o algo, pero bueno, ya buscaré la teoría de la trofobiosis en cuanto tenga un hueco. Gracias por la información. Un saludo.
Los platanos manzanos no han desaparecido simplemente dejaron de ser comercialmente sustentables ya que, la acidez producida por el uso de fertilizantes hace extremadamente susceptibles a el desarrollo de fusarium (mal de panama) donde vivo aun es posible comer esos exquisitos platanos manzanos, siempre y cuando se tenga controlado el ph de el suelo y para evitarse malos ratos; las plantas de platano manzano se dejan en estado silvestre, haciendo solamente un saneo de las hojas que se desecan
DONDE PUEDO COMPRAR PLANTAS DE PLATANO MANZANO Y PLATANO MACHO, SOY DE TAMAULIPAS , MEXICO
SALUDOS Y GRACIAS
lei su publicacion, mi papa cultiva platano manzano y tiene problemas con el hongo fusariun, si tienes alguna sugerencia te lo agradeceria mucho.