Me ha encantado esta viñeta de Forges, que me parece una crítica dura, pero a la vez necesaria. A veces necesitamos una cachetada de realidad, para reflexionar y despertar del letargo en el que se nos anima a permanecer. Nos hemos vuelto muy conformistas, en general aceptamos las injusticias, agachamos la cabeza y nos sometemos. Y en esas pocas ocasiones en las que alzamos la voz, y ponemos el grito en el cielo, si «perdemos» acabamos sometiéndonos a lo que se nos impone por la fuerza. ¿No creen que va siendo hora de que nos alcemos y pongamos fin a este neoautoritarismo?

No puedo evitar encontrarle el parecido con el famoso poema de Martin Niemöller.

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