Los países de la Unión Europea han acordado que incitar en público a la violencia o al odio contra grupos definidos por su raza, color, religión, descendencia, nacionalidad u origen étnico sea castigado con penas de entre uno y tres años de cárcel.
A mi me parece muy bien. A ver si así estos sujetos que incitan al odio y a la violencia se dejan de tanta tontería. Desgraciadamente esta ley no implica la erradicación de los pensamientos racistas y de la xenofobia. Pero quizá incite a la gente a reflexionar sobre lo estúpido que es el racismo, la xenofobia, el nacionalismo y demás vertientes ideológicas que incitan a la división social, al malestar, la violencia… y de esta forma al final terminemos con esa lacra que lo único que hace es dificultar la convivencia y nublar la vista a quienes detentan dichas ideologías fanáticas, erradas y que no tienen ningún fundamento lógico ni coherente. Digo que nublan la vista porque convivir con personas de diferentes lugares es de lo mejor que puede haber por muchas razones. Se puede aprender, se descubren otras formas de hacer las cosas, se pueden probar otros tipos de comida, en fin, donde unos ven una amenaza yo veo una oportunidad, lo que unos odian a mi me parece maravilloso, y es que para mi no hay nada mejor que la convivencia intercultural, hace que la vida sea mucho más interesante.
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