A partir de ahora en Granollers devolverán la caca de perro a su propietario cuando no la recoja del suelo. Se le hará entrega de los excrementos o bien en el mismo momento, o bien se las enviarán a su casa. Yo lo que me pregunto es si lo enviarán por correo ordinario. Más que nada porque me da pena el pobre cartero que tendrá que llevar tan pestilente carga, así como lo pringoso que se puede poner el asunto cuando el empleado de correos intente introducir el sobre en la ranura del buzón. Dependiendo del tamaño de las deposiciones pueda quedar todo hecho una mierda, y nunca mejor dicho.
«Para evitar cualquier reacción violenta, hay que utilizar un lenguaje amable e incluso un tono irónico-humorístico» dicen los defensores de esta propuesta. Así que los vecinos de esta zona, tendrán unos repartidores de mierdas acosándoles por la calle y en su casa, pero siempre harán entrega de estas deliciosas bolitas de olor de muy buenas maneras y con mucho sentido del humor, para que a nadie le den ganas de cagarse en el repartidor.