Con el bolsillo vacío


Hoy me compré un helado de esos de cono del McDonald’s que antes costaban 50 pesetas; quizá ahora mismo pienses, ¿y a mi que coño me importa? Pero es que ese mismo cono con el Euro pasó a costar 50 céntimos y ahora ya está costando 60, lo que vienen siendo 100 pesetas. Todo se a encarecido de una manera impresionante menos la mano de obra cuyo valor se mantiene mientras todo lo que necesitamos en el día a día se encarece dejándonos con el culo al aire. Si hubieran hecho la misma igualación con nuestros sueldos que con los productos quizá no estaríamos hablando de este problema pero no ha sido así, y algún día les explotará en la cara a estos capitalistas, y si no miren lo que está pasando en Francia.

Maldita inflación
esa es la razón
de que no lleguemos a fin de mes
sin sumirnos en un continuo estrés
que comienza a día diez.
Los sueldos llevan mucho tiempo congelados,
pero no nos perdonan los pagos,
trabajamos por 750 euros esclavizados
y encima tenemos que agradecer
que nos dejen esas migas para comer.
Antes cogíamos el carro en el supermercado
ahora su uso está vetado,
si no podemos ni llenar la cesta.
La vida es una cuesta
y por eso cuesta cada vez más.

-Por Andrej Nicolás Hillebrand

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